lunes, 2 de marzo de 2009

TLC Colombia-Estados unidos

El Tratado de Libre Comercio, (TLC), entre Colombia y Estados Unidos trata de establecer un comercio sin barreras ni aranceles entre las dos naciones mencionadas. El tratado está altamente cuestionado y por decisión del congreso de EEUU no está en vigor. El tratado afecta directamente cuestiones políticas económicas, institucionales, laborales, ambientales, de propiedad intelectual, entre otras.
El tema es vasto y complejo y por ello es difícil hacer apreciaciones acertadas.[1] El diario El Tiempo asegura que se deben llevar a cabo serias reformas para que este tratado sea aceptado por el Congreso de Estados Unidos.[2] En diciembre de 2007 las compañías más importantes de Estados Unidos (entre ellas Microsoft, Coca Cola, General Motors y Wal-Mart) enviaron cartas al Congreso de ese país pidiendo la aprobación del presente tratado.[3]
Su nombre oficial en español es Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia, y en inglés Colombia Trade Promotion Agreement (TPA).
Desde abril de 2008 la votación para su aprobación quedó aplazada después de que el presidente George Bush enviara el tratado de manera intempestiva para su aprobación, lo que fue considerado como una presión indebida por parte del Partido Demócrata en cabeza de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi.[4]
Durante la campaña presidencial del 2008 en Estados Unidos el tema del tratado salió a relucir en algunas ocasiones. El entonces candidato por el Partido Republicano de los Estados Unidos John McCain manifestó en un debate televisado su respaldo, mientras el entonces candidato por el Partido Demócrata de los Estados Unidos el Presidente Barack Obama manifestó que no le parece conveniente mientras en Colombia persistan las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas. Sin embargo, es factible que la opinión demócrata refleje una posición política de oposición a la iniciativa por considerarse de origen republicano, más que un sentimiento real de inconveniencia del tratado.[cita requerida] El 21 de octubre de 2008, el Asesor para Asuntos Hemisféricos de la campaña demócrata, Dan Restrepo, manifestó que Obama comprende la importancia de Colombia para Estados Unidos y que eventualmente podría reevaluar la conveniencia del tratado.[5]
Contenido
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1 Aprobación
2 Fondo "ideológico" del TLC
3 Historial
4 Efectos positivos
5 Efectos negativos
5.1 Críticas generales
5.2 Críticas capítulo por capítulo
6 Ley de ayuda para afectados
7 Citas
8 Enlaces externos
8.1 Textos oficiales del tratado
8.2 Críticas del tratado
8.3 Otros enlaces


Protestas contra el TLC y contra Álvaro Uribe en Estados Unidos
En un inicio el tratado fue aprobado en el Congreso colombiano con la negativa de las bancadas de la oposición de la izquierda y centro izquierda, en los partidos del Polo Democrático Alternativo y Partido Liberal Colombiano, pero más tarde el principal opositor de este proyecto sería el Congreso de Estados Unidos que no lo aprobó después de que el Partido Demócrata alcanzara las mayorías en el congreso de ese país y cambiaran las posturas frente a las políticas del gobierno Bush. Los demócratas reclamaron que el gobierno de Uribe Vélez no había hecho lo necesario para controlar los crímenes de lesa humanidad generados por los paramilitares, señalando que el gobierno Colombiano debe resolver primero la violencia contra sindicalistas, campesinos, y judicializar a los funcionarios implicados en escándalos de filtración de mafias del narcotráfico y grupos de autodefensas en el llamado escándalo de la parapolítica.[6] A raíz de esto el presidente Uribe emprendió varias visitas a Estados Unidos con el fin de lograr el apoyo de la mayoría demócrata, sin embargo por sus frecuentes visitas recibió pronunciamientos negativos de varios congresistas demócratas "Sigue volviendo, porque no le gusta el mensaje que está oyendo: derechos humanos, derechos humanos y derechos humanos" dijo el congresista James McGovern. "Mr. Uribe, viene demasiado pronto. Regrese el próximo año", palabras de la congresistas Jan Schakowsky.[7] El gobernador del Valle Angelino Garzón acompañó en uno de los viajes al presidente Uribe y al regresar dijo que el trato que recibía el presidente era humillante y que "El trato que nos dan es de emperador a súbdito o, peor aún, de juez a reo. A veces se siente uno como en un tribunal de la santa inquisición".[8] Una de las cosas que más ha afectado a este tratado es la imagen Internacional actual del Presidente Álvaro Uribe, esto por sus supuestos vínculos con las Autodefensas y con el narcotráfico de las décadas de 1980 y 1990. Casos de violencia a sindicalistas como el protagonizado por la bananera Estadounidense “Chiquita Brands” en alianza con grupos de extrema derecha también han aumentado la controversia. video Pero a pesar de las negativas y del deterioro de las relaciones entre el Gobierno de Colombia y el congreso de Estados Unidos, el presidente no ha cesado en su empeño por la aprobación del TLC. A esto se suma la presión que sobre los demócratas ejercen los sindicatos estadounidenses que no ven con buenos ojos los TLC.
Fondo "ideológico" del TLC
Desde los tiempos de David Ricardo y Adam Smith, hasta el planteamiento neoliberal en la actualidad, hay los que defienden la idea del libre comercio. El TLC está basado en esta creencia de la liberalización comercial y de la integración económica, a todos los niveles, entre los pueblos. Se considera que la evidencia económica sería irrebatible en cuanto a los beneficios que se obtienen producto de la internacionalización. Todos los países que tienen unas economías abiertas a la inversión extranjera y un mayor volumen de comercio internacional per cápita (exportaciones per capita + importaciones per capita) lograrían unos niveles de desarrollo humano, calidad de vida y crecimiento económico, superiores a sus similares.
Quienes defienden el libre comercio consideran que este trae beneficios a los países menos desarrollados, pues al aumentar las importaciones se obliga a las empresas nacionales a disciplinarse "forzándolas a ajustar los precios a los costos marginales y reduciendo así las distorsiones creadas por el poder monopolístico". Al mismo tiempo, la liberalización comercial "puede incrementar permanentemente la productividad de las empresas pues éstas obtienen bienes capital modernos e insumos intermedios de alta calidad a precios más bajos" y finalmente, "la productividad de las empresas aumenta cuando éstas entran en contacto con clientes internacionales exigentes y con las "prácticas óptimas" de sus competidores externos. Además, las empresas nacionales pueden beneficiarse si tienen la oportunidad de rediseñar los productos de empresas extranjeras".[]
En oposición al Libre Comercio surgen tres argumentos, que son los más frecuentemente utilizados por los retractores de la liberalización comercial: fallo de mercado y teoría del segundo óptimo, existencia del arancel óptimo para mejorar la relación de intercambio y el bienestar.
Otra base del TLC se encuentra en la doctrina Monroe (que existe desde 1823), cuyo slogan es "América para los Americanos" (; críticas dicen que hoy se dice "América para los norteamericanos"). Al fallar la estrategia de los Bush (padre e hijo) de aglutinar a los países latinoamericanos en un solo bloque, el ALCA, se viene promoviendo los TLC con varios países por separado. Por eso críticas dicen que los TLC son una especie de mutación del fracasado proyecto del ALCA. Los TLC con los Estados Unidos son inspirados en el llamado Consenso de Washington.
Un acuerdo del tipo del actual TLC que se negocia entre varios países andinos y Estados Unidos sería benéfico siempre y cuando en su conjunto –nunca sectorialmente- arroje un resultado neto positivo, es decir, que al sumar todo lo bueno y restar todo lo malo, se obtenga una utilidad para el país. Hasta el momento de acuerdo a lo acordado en los textos de mesa de la negociación el resultado neto que Colombia estaría obteniendo seria para muchos expertos todavía parecer difícil de esclarecer.
Pero, como dicen las críticas, No por todos los argumentos en favor del liberalismo económico se debería creer que cualquier tipo de liberalización, integración e internacionalización es buena per se.
Historial
El 27 de febrero de 2006 se finiquitó este Tratado entre Colombia y Estados Unidos, después de 21 meses, 15 rondas y 100 reuniones entre las partes.[10] De parte de ambos gobiernos el tratado ya fue aprobado; su aprobación definitiva para entrar en vigor dependerá de los Congresos de ambos países. Al final del mes de agosto de 2006 el presidente George W. Bush entregó al Congreso de los Estados Unidos el texto final del acuerdo, para su discusión y aprobación. Falta la aprobación por parte del Congreso de Colombia. La demora en la aprobación definitiva del TLC Colombia-USA, por parte de los congresos de ambos países, ha puesto en aprietos a los exportadores que disfrutan de los beneficios arancelarios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA).[]
El Senado de Colombia aprobó el 14 de junio de 2007 el TLC con Estados Unidos: "55 de los 102 senadores votaron a favor en una apresurada maniobra (en la Cámara de Representantes habían votado a favor 85 de sus 164 integrantes). Los senadores del Polo Democrático Alternativo y del Partido Liberal se retiraron de la sesión, quedando solamente 58. Sin atender ninguno de los fundamentados reparos formulados, la mayoría uribista dio un pupitrazo.[]
Efectos positivos
Los partidarios del Tratado consideran que tiene los siguientes efectos favorables:
Un acceso sin aranceles a los Estados Unidos para casi el 100 por ciento de la oferta industrial colombiana exportable, lo cual debe no solo mantener el empleo actual en el sector sino generar nuevas plazas.
La generación de estabilidad jurídica para los inversionistas y el posicionamiento como una plataforma de entrada a los EEUU para los empresarios de terceros países (lo cual se debe traducir en mayor inversión nacional y extranjera en la nación, aunque en un monto difícil de cuantificar con exactitud).
El aporte de algunos puntos porcentuales al crecimiento económico: la cifra de este aporte también permanece sin consenso.
El crecimiento del volumen de comercio internacional del país, tanto en exportaciones como en importaciones.
La mejora de la percepción internacional que se tiene de Colombia en el exterior lo cual debe "reducir en algo el riesgo país y el costo de endeudarse en el exterior".
El acceso (en una proporción difícil de precisar) de las empresas colombianas a las compras del sector publico estadounidense.
El fortalecimiento de los controles a la biopiratería, lo cual debe mejorar la protección de la biodiversidad colombiana y demás conocimientos tradicionales.
El acceso a capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, en unos cuantos ámbitos, en el marco de los proyectos de cooperación internacional pactados en el TLC (esto debe hacer a las empresas beneficiadas más competitivas y productivas).
El facilitar (en alguna medida) el acceso de algunos de profesionales colombianos a los Estados Unidos con el fin de prestar servicios.
Además, aún se tendría tiempo de inclinar aún más la balanza al favor de Colombia alcanzando objetivos como la homologación de títulos colombianos en los Estados Unidos, el pactar normas de origen aún más flexibles para exportadores colombianos, el ampliar el monto total del fondo de capital de riesgo que se va a crear, y (tal vez la más importante de todas) la creación de un comité bilateral permanente con carácter decisorio que brindaría un acceso real a exportaciones colombianas agrícolas, de forma que Colombia podría explotar intensivamente sus ventajas comparativas –los recursos naturales - y crear ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, que irriguen empleo y riqueza en toda la nación colombiana.
Efectos negativos
Los que están en contra del TLC argumentan en general que en el balance neto Colombia seguiría obteniendo una mínima ganancia, muy lejos de la que se esperaba al iniciar este proceso.
Críticas generales
Distribución desigual de ventajas del TLC: El gobierno asumió oficialmente que hay ganadores y afectados cuando este tratado entraría en vigor. Diferentes sindicatos han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.[13] Sectores perjudicados son el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar, la avicultura, la ganadería vacuna y la porcicultura. Van a resultar afectados, no porque desaparezcan, sino porque ahora van a tener que ganar menos, trabajar más y competir más. En todo caso, habrá unos cambios estructurales muy grandes si el TLC entrara en vigor. Los sectores más tocados por estos cambios serán: el sector agropecuario, el sector de la salud pública (se afecta el acceso a la salud por el acápite del mismo en el que los monopolios farmacéuticos norteamericanos “lograron subir los estándares de protección de su sector, por encima de los parámetros de la OMC...Eso se reflejará en menor competencia, mayor monopolio y, por ende, el incremento de los precios al consumidor”[14] ), el sector industrial (por la entrada de productos remanufacturados que competirían con los productores nacionales a muy bajos costos).
Falta de consulta popular (que sería importante en un asunto tan importante). Los disputos alrededor del TLC son incrementados por la ausencia de una consulta popular al respecto. Hasta ahora, diferentes gremios, sindicatos y ciudadanos comunes han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.[15] Otros sectores económicos resultan claramente beneficiados, como las confecciones, las flores, los plásticos y los artículos de cuero. Frente a estas amplias divergencias, una consulta popular podría ser útil.
Falta de evidencia empírica de la utilidad de tratados similares: De seis países que firmaron recientemente tratados similares (Israel, Canadá y México, Australia, Chile, Singapur y CAFTA-RD), en tres de ellos aumentó la participación en las importaciones desde los EEUU, en uno más el efecto fue neutro y en dos más se ha reducido la participación en las mismas. Es evidente de que la "competitividad" de países como los del Sudeste Asiático se sustenta en los salarios bajos de sus trabajadores.
La posibilidad de comprar varios tipos de seguros a compañías norteamericanas se podría convertir en un problema para las instituciones financieras y compañías del sector y en un factor de inestabilidad para Colombia.
Por el lado de los ingresos tributarios aún no se tiene claridad sobre lo que podría suceder. (El Departamento Nacional de Planeación de Colombia estima que con la disminución de los aranceles el fisco nacional tendría una perdida de 600 millones de dólares lo cual parecería a todas luces negativo dada la actual situación de déficit fiscal colombiano, pero otras instituciones estiman que lo que se perdería por concepto arancelario se recuperaría vía IVA e impuesto de renta –sin necesidad de aumentar la tasa impositiva - como producto de un mayor dinamismo en la economía, un creciente intercambio comercial y unas mayores tasas de crecimiento.
Críticas capítulo por capítulo
En el capítulo 2 sobre Trato nacional y acceso de mercancías a mercados se afecta gravemente al sector agropecuario colombiano que vería caer la producción anualmente, 13% en maíz, 27% en sorgo, 23% en soya, 15% en fríjol y 23% en trigo. El área sembrada, el empleo y los ingresos laborales durante cada año de vigencia del Tratado serían inferiores a los que se presentarían en ausencia del mismo en 14% en maíz, 25% en sorgo, 24% en soya, 8% en fríjol y 44% en trigo. En el escenario más conservador, en el cual el ingreso promedio se reduciría en un 30%, la producción de carne de pollo sería inferior en un 34% a la que se presentaría en ausencia del TLC, con iguales reducciones en el empleo y los ingresos laborales. Se perderían 200.598 hectáreas en el corto plazo y 30.695 empleos hombre/año, y el impacto negativo más serio sería sobre la economía agrícola campesina.[16] Únicamente podría haber beneficios para los productores de tabaco, etanol y, biodiésel, en tanto que los productores de carne, frutas y hortalizas dependerán de la voluntad de los Estados Unidos para eliminar las restricciones sanitarias y fitosanitarias de las que trata el capítulo 6.[17]
En el capítulo 10 sobre inversión "se da un tratamiento especial a las inversiones extranjeras, colocando en desventaja a los inversionistas nacionales y afianzando el control de la economía por parte del capital estadounidense, con la complacencia del gobierno de [ Álvaro Uribe Vélez ], que busca modificar la actual legislación para darle mayores privilegios al capital foráneo. Este tipo de clausulas se da también en el TLCAN que, bajo el supuesto de la reciprocidad, da pie para todo tipo de demandas que terminan lesionando los intereses de la parte más débil, en este caso México. De todas maneras, en los últimos años los gobiernos han venido desmontando unilateralmente los controles a la inversión extranjera, lo que ha provocado una avalancha de nuevos capitales, dando como resultado la privatización de importantes empresas estatales y la desnacionalización de empresas privadas, otrora insignias, como Bavaria, Coltabaco, etc. Por eso el TLC con Estados Unidos lreforzaría aún más esta tendencia."[8]
Relativo al capítulo 11 sobre el comercio de servicios: "Estados Unidos ocupa el primer lugar en el comercio mundial de servicios comerciales. En estas condiciones, las ventajas de Estados Unidos son apabullantes, especialmente lo relacionado con las nuevas tecnologías de información y comunicación, los servicios financieros, los servicios profesionales, entre otros. Al otorgarles el mismo tratamiento a los proveedores de servicios de Estados Unidos que a los nacionales, Colombia se coloca en clara desventaja.[]
Relativo al capítulo 13 sobre competencia: Falta de poder competitivo de Colombia: La producción doméstica no resistiría la competencia de los productos del campo subsidiados por parte del gobierno de los EEUU ("competitividad casi nula"). El acceso de las empresas norteamericanas a las compras del sector publico colombiano: "las empresas de EEUU son en general mucho mayores a las colombianas y son en general capaces de generar grandes economías de escala, por lo cual, en una licitación abierta, difícilmente se les podría competir en precio y en muchos casos en calidad".
En el tema del capítulo 14, las telecomunicaciones, surgieron múltiples reservas en temas como el uso de las redes por parte de privados, el trafico de llamadas internacionales y la prestación transfronteriza del servicio, entre otros, los cuales podrían conllevar problemas para compañías colombianas como EPM, Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá y Telefónica Telecom.
El tema del capítulo 16, la propiedad intelectual es probablemente "uno de los más sensibles del tratado, toda vez que desde siempre el saqueo del conocimiento ancestral y de los recursos biogenéticos ha sido la constante en las relaciones entre los dos países. Al mismo tiempo, el compromiso, por parte de Colombia, de adherir a todos los acuerdos internacionales que existen sobre la materia, coloca en desventaja al país, pues en el futuro tendrá que reconocer todos los derechos relacionados con el conocimiento científico y tecnológico que, como se sabe, se concentran en un alto porcentaje en Estados Unidos. Igualmente, al otorgar a la otra parte un trato nacional no menos favorable que el concedido a sus propios nacionales, en cuanto a la protección y goce de tales derechos, Colombia sale perdiendo por la misma razón expuesta arriba. En la práctica, esto significa el desplazamiento de lo poco que existe en materia de investigación y desarrollo tecnológico por parte de los centros de conocimiento ubicados en Estados Unidos, quienes controlan las patentes. No sobra recalcar que con tratado o sin el, el control tecnológico y científico, así como el dominio ideológico en la educación superior del país, por parte [del socio estadounidense], es indiscutible. (...) Otro aspecto a tener en cuenta es el impacto negativo del TLC en el sector salud, toda vez que se prorroga indefinidamente el monopolio de las transnacionales farmacéuticas sobre los medicamentos que producen, así no estén patentados en [Colombia]. Igualmente, existe la posibilidad no solo de prohibir la producción de genéricos dentro de Colombia, sino también la importación de éstos de terceros países."[Resulta que el endurecimiento de las normas de propiedad intelectual representarían un mayor costo económico para Colombia en en TLC. (En un reciente estudio de la Organización Panamericana de la Salud –descalificado por el Gobierno Colombiano- se estimó en 400 millones de dólares el costo económico de prolongar la protección de las patentes en solo el sector farmacéutico. Además, se estimo que el aumentar el espectro de patentabilidad generaría un costo para la población de 1200 millones de dólares. A todo eso se tendría que sumarle el costo de la prolongación de la protección de las patentes, derechos de autor y similares, en los otros sectores productivos. La cifra, si bien es muy difícil de cuantificar, no debe generarnos dudas sobre el alto impacto que tendrá en la población colombiana.) Y finalmente, los colombianos quizás no podrían más comprar DVD o música barata en el mercado informal, porque los artículos relativos a la propiedad intelectual prohibirían la venta de CD o DVD quemados/reproducidos en casa. Eso afecta una gran mayoría de la población colombiana.
La base del capítulo 17 sobre asuntos laborales es "la presión de parte de Estados Unidos para que Colombia avance en la reglamentación y aprobación de leyes para cumplir con los compromisos adquiridos con la OIT, así como acabar con la impunidad en el caso del asesinato de sindicalistas. Pero en el fondo, lo que buscan es frenar la competencia de los productos colombianos vía menores salarios (como ocurre en el caso de China), ante la incapacidad de hacerlo por la vía de la innovación tecnológica. En realidad, la estrategia neoliberal en el campo laboral busca flexibilizar al máximo las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo asalariada, con el fin de hacer más atractiva la inversión privada extranjera y nacional. La inestabilidad laboral (especialmente por los contratos a término fijo) impide la organización de los trabajadores y disminuye su capacidad de lucha por mejores condiciones de trabajo y salarios reales, acordes con el costo de la vida."[Al otro lado, como se podría argumentar, negativo también sería el eventualmente someterse de Colombia a fuertes sanciones económicas y comerciales por incumplir la legislación laboral y generar dumping social. (Pero puede ser que esto va a forzar a las empresas colombianas a respetar los derechos de sindicalización y los derechos humanos y laborales en general).
Relativo al capítulo 18 sobre el medio ambiente: Se argumenta que, a pesar de las palabras en este capítulo, con "el TLC queda despejado el camino para que las transnacionales sigan trasladando a Colombia sus industrias contaminantes."
Ley de ayuda para afectados
Como habría afectados, el gobierno buscaría soluciones para ellos. Una ayuda financiera estatal está de hecho prevista; ella debería estar orientada a reconvertir las actividades productivas de esas personas y empresas a nuevas actividades en las que sí haya -o pueda desarrollarse una ventaja comparativa. Además, la fuente principal de los dineros dirigidos a la reconversión de los afectados debe ser el beneficio marginal de quienes ganen con el TLC.
Reflexiones sobre esta ley: De hecho, el Gobierno se comprometió a apoyar a los productores agropecuarios que se vean afectados por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Ofrecen respaldos a productores de maíz, algodón y trigo. Durante el Congreso Cafetero también plantean ayudas a otras actividades distintas a las agropecuarias. Esa ayuda podría extenderse a productos diferentes a los del agro, y quedaría plasmada en una ley. Las ayudas no necesariamente serán en recursos monetarios. Uribe y el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, asumieron el compromiso público de brindarles protección a productos como el algodón, el maíz y el trigo. En las negociaciones del TLC, Colombia ha pedido desmontar los subsidios a las exportaciones agrícolas de Estados Unidos pero no las ayudas internas, que también son subsidios a la producción. El proyecto, que contendrá los apoyos internos, sería presentado al Congreso de la República simultáneamente con el texto del TLC. Los apoyos pueden ser un precio mínimo de garantía, como el prometido para el algodón; compromiso de compra de cosecha interna, como el firmado por la industria molinera del trigo y el que se discute para el maíz amarillo, o por transferencia de tecnología.
Citas
Entrevistado por la BBC, Jorge Enrique Robledo, senador del opositor Polo Democrático Alternativo, considera que el TLC "es un acuerdo de mula y jinete", que generará más pobreza y con el cual solo ganan los Estados Unidos. Entre otras cosas, él dijo: "Para vender un par de zapatos en Nueva York hay que derrotar nada menos que a la supereconomía exportadora china." Jorge Robledo, senador de la oposición.
Por su parte, Javier Díaz, presidente de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior (Analdex), cree que, en términos generales, "el país gana con el TLC, porque tiene un contrato de estabilidad en las reglas del juego con su principal socio comercial".
Enlaces externos
Noticia
Artículos en Wikinoticias: Política de inmigración europea y nuevo mandato de Uribe, criticados por el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper
Textos oficiales del tratado
Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia - Texto final (en español)
Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia - Texto final (en español) - Sitio web del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia.
Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia - Texto final (en inglés, Colombia Trade Promotion Agreement)
Críticas del tratado
RECALCA Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA
Alberto Romero. El TLC entre Colombia y Estados Unidos. En Entelequia, No.3,2007
Alberto Parra, Ni tan libre ni tan comercio
La abyección no paga por Antonio Caballero.
Otros enlaces
Palabras del Presidente Uribe sobre el Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia (TLC)
"Centro de documentación TLC Colombia", Universidad Sergio Arboleda
Portafolio - Artículos sobre el TLC, lista de 590 nuevos productos que ofrecen alto potencial de negocios en EEUU.

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